lunes, 7 de octubre de 2013

MORTIER, MOCTEZUMA Y EL REAL


El exdirector del teatro, ahora asesor artístico, viaja a Madrid para defender con ímpetu uno de sus proyectos más queridos de 2013, ‘La conquista de México’


Delgado, sonriente y ofreciendo una presentación entusiasmada, prolija y brillante de la ópera que se estrenará el próximo miércoles en el Teatro Real, La conquista de México, del compositor alemán Wolfgang Rihm: así ha comparecido este viernes ante la prensa el exdirector artístico del coliseo y actual consejero Gerard Mortier (Gante 1943), por primera vez tras la tormenta desatada por su destitución y el nombramiento de su sucesor, Joan Matabosch, antes al frente del Liceo.
“No quiero hablar de nada de lo que ha pasado”, ha indicado Mortier al comienzo de la presentación de la producción operística, en la que también han estado presentes Ignacio García-Belenguer, director general de la institución, Alejo Pérez y Pierre Audi, directores musicales y de escena respectivamente de La conquista de México, y Alexander Polzin, su escenógrafo. Pero, preguntado por su situación actual, por la que ha pasado a convertirse en consejero artístico del Teatro Real y en la que aparentemente reina una vuelta a la normalidad, ha sido conciso y elegante. “Esto es muy simple, tengo un nuevo contrato y una nueva oficina. Sigo todas las producciones y proyectos, y así será mientras mi salud me lo permita. Creo que todo va en una buena dirección”.
Tengo nuevo contrato y nueva oficina. Todo va en buena dirección
Gerard Mortier sufre un cáncer por el que está recibiendo tratamiento en Alemania. “Aún no estoy curado, continúo en la lucha. Esto es bueno para otras personas en la misma situación. Para mí es muy importante estar aquí y mostrar que el trabajo es el mejor método”, ha asegurado. Así, ha manifestado que había hablado recientemente con Joan Matabosch y que este tiene “todo su apoyo” en esta nueva etapa. Matabosch se apresuró en su momento a declarar que respetaría el legado del gestor belga.
Gerard Mortier ofreció una entrevista a EL PAÍS a principios de septiembre en la que declaró que no esperaría a 2016 si el Gobierno imponía a su sucesor. A mediados de mayo, había recibido la noticia de su enfermedad y preparaba la sucesión para ese año. Él había propuesto a seis candidatos internacionales. Apenas una semana después, sin embargo, se producía el nombramiento de Joan Matabosch como director artístico del Real, que se llevó adelante con sobresaltos, yla destitución fulminante de Mortier. Se pasó a una situación jurídica complicada, en la que se planteaba la duda de la convivencia de dos directores artísticos a la vez, algo que el director general García-Belenguer negó, mientras las negociaciones mantenidas con Mortier se centraban en garantizar un coste cero. El prestigioso director ha aceptado ser el consejero artístico ya a finales de septiembre, un cargo de nueva creación para el que no se ha fijado una fecha de finalización.
El nuevo asesor ha querido centrarse en La conquista de México, y en la convicción y pasión por el que considera que es uno de sus “grandes proyectos” en el Teatro Real de Madrid. “Para mí es fundamental estar con los artistas y en los últimos ensayos. El público decidirá si le gusta o no”, ha afirmado. “No podré estar en el estreno porque coincide con mi tratamiento”. Gerard Mortier ha destacado cómo esta opera se centra “en uno de los grandes momentos de la historia de la humanidad, con muchísima violencia, que ha cambiado el mundo”.
Para mí es fundamental estar con los artistas y en los últimos ensayos
A la vez ha reivindicado un conocimiento mayor en España del compositor Wolfgang Rihm, quien, ha añadido, ahora también se encuentra enfermo y tiene problemas para viajar a España. “Con sus más de 400 obras, se acerca a la producción de Mozart”, ha explicado un Mortier que dio sus toques de humor, numerosas referencias eruditas, y que ha buscado la complicidad con su mirada de los otros comparecientes al referirse a determinados aspectos de la producción. “Rihm no es dogmático, y refleja en su ópera un gran conocimiento de una situación dramática. Aquí se demuestra que las culturas deben entenderse y su encuentro debe terminar en armonía, no en sangre”. El libreto de La conquista de México es del propio Rihm, basado en textos de Antonin Artaud y Octavio Paz.
Los responsables de la producción operística han subrayado una construcción del sonido en el Real que Alejo Pérez ha descrito como “en 3-D”. En los palcos se colocarán sets de instrumentos como los violines, las trompetas o los oboes, y el sonido “viajará feroz en su movimiento”, ayudado, como explicó Mortier, por la presencia de 26 altavoces. Resonará también la grabación del coro titular del coliseo, cuya presencia será “invisible”, en una puesta en escena que pretende “insertar al público dentro de un hipotético escenario”. Y la sorprendente voz femenina de Moctezuma —encarnado por Nadja Michael y Ausrine Stundyte.
Gerard Mortier ha respondido hasta las últimas preguntas de la rueda de prensa, ya sin Pérez, Audi y Polzin, quienes corrieron al ensayo, y ha alabado la mezcla de culturas que explica su fascinación por México.


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